sábado, 26 de noviembre de 2011

There's no place like home

Nunca me había parado simplemente a escuchar. He descubierto cuanta emoción puede producir, como puede envolverte la música; los recuerdos que puede guardar o esconder. Me lo enseñas tú.
La escuchaba una y otra vez, sin lograr cansarme de ella... Todavía no he sido capaz de dejar de escucharla.
Y cada vez que suena me viene a la mente esa noche: sentados en la silla de mi escritorio, en la habitación 102 E. No sabía si volvería a verte... solo quería que el tiempo se detuviera.
La puse mil veces, el día 27 de agosto... y a pesar de que no hacia más que hacerme llorar, no quería parar de oírla.
Ella conseguía hacerme pensar que no te habías ido; lograba hacerme sentir como en casa.
Porque tú eres mi casa y yo quiero empezar a ser la tuya.

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