sábado, 24 de diciembre de 2011

:$

No sé si ya te lo he dicho, pero me gusta hablar hasta las tantas contigo. Muchas veces, pienso que, se nos tendrían que acabar las palabras después de horas de conversación, pero, si alguna vez se acabarán, el simple hecho de estar mirándote, aunque sea a través de la pantalla del ordenador, es algo que no querría cambiar.
Que seas lo último que veo, antes de dormir, me produce una sensación que no puede describirse. Y sinceramente, ya hay muchas que causas, que no sé, como definirlas.
Me encanta poder dibujar tu cara con mi dedo, aunque sea en mi portátil, porque, que estés ahí atrás, cada noche, aunque sea a 2000km, significa que un día (ya no tan lejano) volverás a que te acaricié, de forma real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario