viernes, 2 de diciembre de 2011

Mi Bioquímica

Hay veces que el pulso se acelera, que puedes sentir cada latido precipitado, como fluye esa sangre hasta ser bombeada por el corazón... ese momento, en el que piensas que puede salir disparado por tu garganta...
Es la euforia la que me deja con la boca seca; realmente es acción, y sube mi adrenalina.
¿Conoces al músculo horripilador? Pues es aquel que hace que los pelos se pongan de punta... Parece que se volvieran escarpias.
Mantienes equilibrado mi nivel de serotonina; digamos que contigo no se debe tener un tiempo límite.
Dicen que las endorfinas son las responsables de los estados de calma, alegría y la sensación de enamoramiento, más bien, de mariposas en el estómago.
No puedo luchar contra la ciencia, es la bioquímica la que produce los efectos en el comportamiento humano; se supone que cada reacción es procesada por el cerebro.
Pero eres tú, quién emite esas señales tan fuertes que, necesito recibir, para que mi cerebro cree esta sensación de bienestar que, tengo ahora mismo.
¡Que le den a la bioquímica! Me gusta saber cuál es la respuesta que emite el cerebro, pero no es lo principal.
Lo que realmente me importa, es que, cuando estoy contigo, todo lo que pasa dentro de mí, me dice que, tú eres todo lo necesario para que cada molécula de mi cuerpo reaccione de esta manera, para hacerme sentir tan sumamente bien.
A parte de contarte todo lo que mi mente es capaz de decirte sobre mis sentimientos, quiero darte una razón por la que te demuestro que incluso, mi propio cuerpo, con sus reacciones naturales e incontrolables, también quiere estar contigo. Desea estar contigo... porque tú, eres quién está haciendo mover, todo el sistema central.

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